Preparación
para la consagración a la Santísima Virgen María
DOCE DÍAS
San Luis María Grignion de
Montfort nos aconseja que antes de entrar en las tres semanas de ejercicios
preparatorios para la consagración empleemos doce días para vaciarnos del
espíritu del mundo: “Quienes deseen
abrazar esta devoción particular […], emplearán doce días, por lo menos, en vaciarse
del espíritu del mundo, contrario al de Jesucristo[…]”
Creemos que serán conformes a su
espíritu las meditaciones siguientes, que además de servir para vaciarnos del
espíritu del mundo, ayudarán también para entusiasmarnos con la Santa Esclavitud
de María.
PRIMERA SEMANA
“Durante la primera
semana- dice San Luis María-, dedicarán todas sus oraciones y actos de piedad a
pedir el conocimiento de sí mismos y la contrición de sus pecados, haciéndolo
todo con espíritu de humildad. Podrán meditar, si quieren, lo dicho antes sobre
nuestras malas inclinaciones (y no considerarse durante los seis días de esta
semana más que como caracoles, babosas, sapos, cerdos, serpientes, animales
inmundos) o meditar estos tres pensamientos de San Bernardo: Piensa en lo que
fuiste: un poco de barro; en lo que eres: un poco de estiércol; en lo que
serás: pasto de gusanos. Rogarán al Señor y al Espíritu Santo que los ilumine,
diciendo: ¡Señor, que yo vea! (Lc. 18, 41), o : ¡Que yo te conozca! (San
Agustín), o también: Ven Espíritu Santo. Y dirán todos los días las letanías
del Espíritu Santo [...]. Recurrirán a la Santísima Virgen pidiéndole esta
gracia, que debe ser el fundamento de las otras, y para ello dirán todos los
días el himno Salve, Estrella del mar, y las Letanías de la Santísima Virgen.”
"A primera vista - escribe el
Padre Lhoumeau-, este período parece confundirse con el precedente; porque
¿cómo vaciarse del espíritu del mundo, sin examinarse y conocerse a sí mismo?
Pero mirémoslo más de cerca y veremos cómo los ejercicios de esta semana nos
hacen dar un paso adelante, bien que sin salir aún de la vía purgativa."
No tratamos ya sólo de convertirnos a Dios, apartándonos del espíritu del
mundo, sino de alcanzar la perfección por el seguro camino de la humildad,
comenzando por conocernos a nosotros mismos, por palpar nuestra impotencia y
nuestra niñez para obligarnos a que nos arrojemos en brazos de nuestra Madre,
en quien nos podremos apoyar seguros, para no desvanecernos, con el desaliento
al mirar al profundo abismo de nuestras miserias.
SEGUNDA SEMANA
"Durante la segunda semana se dedicarán en todas sus oraciones y
obras del día a conocer a la Santísima Virgen, pidiendo este conocimiento al
Espíritu Santo. Podrán leer y meditar
lo que sobre este punto hemos dicho. Y rezarán con esta intención como en la
primera semana, las Letanías del Espíritu Santo y el Himno Salve, Estrella del
mar, y, además, el Rosario (de 15 misterios), o la tercera parte de él (de cinco).
" (San Luis María.)
TERCERA SEMANA
“Dedicarán la tercera semana a conocer a Jesucristo. Para ello podrán
leer y meditar lo que arriba hemos dicho y rezar la oración de San Agustín.
Podrán repetir una y mil veces con el santo:¡Que yo te conozca, Señor!, o bien:
¡Señor, sepa yo quién eres tú!. Rezarán como en las semanas anteriores, las
Letanías del Espíritu Santo y el himno Salve, Estrella del mar, y añadirán
todos los días las Letanías del santo Nombre de Jesús.”(San Luis María)
San Luis María recomienda que se medite lo que
acerca de Él ha escrito; y así, nosotros compondremos nuestras meditaciones con
fragmentos de sus dos obras, la
Verdadera devoción y el Amor de la Sabiduría.
DÍA DE NUESTRA CONSAGRACIÓN
Leer a partir del paso N°3 de la Preparación