"Dios quiere que su Madre Santísima sea ahora más conocida, amada y honrada que nunca. Lo que sucederá sin duda, si los predestinados, con la gracia y luz del Espíritu Santo, entran y penetran en la práctica interior y perfecta de la devoción que voy a manifestarles enseguida[...]
Entonces sabrán que María es el medio más seguro, fácil, corto y perfecto para llegar hasta Jesucristo y se consagrarán a Ella en cuerpo y alma y sin reserva alguna, para pertenecer del mismo modo a Jesucristo[...]
Pero,¿qué serán estos servidores, esclavos e hijos de María? Serán fuego encendido, ministros del Señor, que prenderán por todas partes el fuego del amor divino[...]
Serán los apóstoles auténticos de los últimos tiempos. A quienes el Señor de los ejércitos dará la palabra y la fuerza necesaria para realizar maravillas y ganar gloriosos despojos sobre sus enemigos[...]
Por último sabemos que serán verdaderos discípulos de Jesucristo"
(tomado del libro: "Tratado de la verdadera devoción a María", de San Luis María Grignon de Montfort)